viernes, 26 de agosto de 2016

La Cabimas en el Tiempo









Con el pasar del tiempo en la ciudad de Cabimas se fue consolidando un conjunto de tradiciones que se quedaron como nuestra identidad cultural.  Con esfuerzo propio los cabimenses construían su habitat (gato, rancho, casa, quinta o compraban su apartamento). La gastronomía de Cabimas era la "comida en coco".







La literatura y tradición oral es rica por excelencia. Las fiestas populares eran folklóricas y tradicionales. Los Retornos a Cabimas, la Feria de la Virgen del Rosaario y San Benito, significaba libertad, entusiasmo,alegría, diversión y pachanga.


La música de las orquestas retumbaba en los clubes.  Su gente de todas las clases sociales, convivian de manera feliz con sus diferencias, pero allí estaban alegres.  Hablar de pintura en Cabimas, es recordar a los pintores y pintoras, concursos, premios, reconocimientos.  Ramiro Borjas, precursor del arte en Cabimas,Jesús Borjas Pedreañez, Victor Vega.




Evocar las actividades deportivas es competencias, medallas,copas, trofeos, el estadio Ven Oil y Concordia.

Ni hablar de las bodegas y supermercados, se podia comprar como quiera, lo que quiera, cuando quiera y como quiera con libertad y sin controles y todo ese berenjenal.










Hoy, la Cabimas en el tiempo no es ni la sombra de ese ayer con sus fortalezas, debilidades, nunca se llego a pepnsar en amenazas.  Siempre la amenaza estaba allí pero no se le permitia la entrada.  Al fin esa amenaza llegó, hoy los cabimenses no pueden construir su habitad, tienen que esperar un censo y que le asignen una casa.



La gastronomia es la "comida en bolsa". La literatura y tradición oral, son parte de una causa, es decir engranaje y tornillo delmecanismo general de la causa con un criterio politico por encima del artistico.

La música en los clubes, no suena es música apagada. Las actividades deportiva son escualidas.  Comprar alimentos y articulos de aseo personal, es un guión extranjeo (control y escasez).







El terminal del Centro Civico de Cabimas,  parece un hormiguero de niños y adolescentes vendiendo de todo.  Las calles están llenas de ventas de comidas y hasta de ropa vieja o usada..  En la entrada de los bancos adultas mayores pidiendo ayuda económica.


jueves, 11 de agosto de 2016

Crónicas de Cabimas


Debajo del municipio Miranda descansa la historía de Cabimas.  Desde el siglo XVIII, específicamente el año 1758, era una tradición asistir a las fiestas de San Antonio de Padua, en El Consejo de Ciruma.  La bajada de los Caratosos  el último día de las fiestas patronales.



La Misión en el sector Ambrosio fue sitio ocupado por los españojes, trajeron indios de mala índole desde la serranía de Perijá.





La Plaza Bolívar de Cabimas era un lugar sagrado, sitio de encuentro de los ciudadanos y ciudadanas para escuchar los domingos y jueves de la semana las interpretaciones de la Banda Municipal.  Se caminaba con respeto y veneración por considerar que allí estaba la estatua de nuestro Libertador Simón Bolívar.

No se permitía a personas con paquees o bultos en las manos, en los brazaos o cabeza.  Los niños caminaban y atravesaban de manera tranquila la plaza sin lanzar piedras o cualquier otro objeto, muchos menos brincar, saltar, gritar, orinar o cualquier otro acto.







Tiempos alegres  en los carnavales, religiosa en Semana Santa, bailable en sus ferias de la Virgen del Rosaio, gaitera y multicolor con sus árboles de navidad, especialmente el de La Salina y Barrio Obrero gaiteando.  Las Juntas Parroquiales  se crearon para el desarrollo y mejoramiento de los barrios; eran alegres, promovían bailes y fiestas.




Cabimas es poseedora de cronistas oficiales que se dedicaron en cuerpo y alma a resaltar los valores: Aquiles Ferrer Vale, José Ramón  "Moralito" y muy especialmente el periodista Pedro Ramón Estrada.




Secundados por los Cronistas Naturales como Antonio "Al" Castro, Rafael Rangel Trujillo, Abdias Laguna Garvett, Nelson Marcano, Josefa López de Urdaneta, NésTor Pérez Borjas, Jorge Trujillo Duráncon sus invalorables historias y fotografias.






















Hoy la ciudad de Cabimas no es ni la sombra de ese ayer alegre, colorido, de amistad, unión diversión.  La ciudad esta enferema con un centro comercial tétrico y patético, sin luces ni colorido.  Los clubes La Salina, Lago La Salina, Restaurantes entre otros sitios de diversión y recreación quedaron allí como cadáveres insupultos. 




A Cabimas le apagaron la alegria. Las casas de la Colonia Inglesa es una verguenza, el edificio de los Poderes Públicos quedó destartalado.  A las plazas se les secan sus fotosíntesis.




Nadie sale después de las siete de la noche.  No hay diversión ni siquiera la televisión porque ya no quedan canales de buenas noticias ni de buena diversión.






Para finalizar, el pueblo debe rescatar a su Cabimas con corazón para que deje de ser horrible y sin sabor.